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Por lo general, solemos asociar el nivel de excitación con la profusa cantidad de lubricación natural que generamos en nuestra vagina… ¡Y la verdad es que estamos equivocadas!
Sí que es cierto que mientras más lubricadas estemos, mejor será el acto sexual. De hecho, en un estudio realizado por la Universidad de Indiana, un 70% de las mujeres encuestadas aseguró que la lubricación hizo más placentero el acto sexual.
Lo que no debemos es pensar que mientras más húmedas estamos, más interés tenemos en nuestra pareja.
Tampoco debemos relacionar el uso de lubricantes artificiales con la resequedad vaginal. Nuestro cuerpo no siempre va a reaccionar de la misma manera y el gel puede ayudarnos en un momento de excitación en el que el tiempo apremia, es decir, en un "rapidito".
La resequedad vaginal es producto de muchos factores. Puede ser edad, cambios hormonales, la menopausia o el uso de algún medicamento. Por ejemplo, ¿sabías que fumar la produce? ¿Sabías que también cuando estás en período de lactancia puedes padecerla? Inclusive, las mujeres que están en tratamiento de quimioterapia también sufren de resequedad.
Un buen lubricante te puede ayudar a mejorar la excitación, aumentar el placer sexual, mantener la piel de la vagina suave y a reducir la fricción durante la penetración.
Cuando vayas a la farmacia o al supermercado a comprar un lubricante, la experiencia puede ser todo un reto. Encontrarás en los anaqueles no sólo distintas marcas, sino también distintos productos hechos a base de diferentes materiales.
¡No te preocupes! Estamos acá para ayudarte y asesorarte para hacer más fácil tu compra.
Los lubricantes más comunes o más conocidos son los que son fabricados con agua, con silicona, con aceite, los naturales o los llamados híbridos que suelen ser una combinación de cualquiera de los cuatro primeros.
Suelen ser los más comunes y son ideales para cuando estés utilizando un juguete sexual hecho a base de silicona. También suelen venir en dos presentaciones: con glicerina, que suele tener un ligero sabor dulce, y sin glicerina.
Los lubricantes a base de agua son los mejores para cuando se usa un condón, ya que reducen el riesgo de que este se rompa.
Si sufres de irritación vaginal, lo mejor es que compres un lubricante a base de agua sin glicerina.
Por lo general, suelen tener una mayor duración antes de expirar y no manchan las sábanas.
Por otro lado, los que contienen glicerina y tienen el sabor dulce que mencionamos, es porque contienen una pequeña cantidad de azúcar que provoca que se seque más rápido y que pueda producir hongos.
Estos productos suelen durar más tiempo que los que son hechos a base de agua. De hecho, son ideales para la experiencia del sexo bajo la ducha porque el agua no lo lava. También son hipoalergénicos, por lo que no experimentarás alguna reacción adversa.
Los lubricantes de silicona son inodoros e insípidos. Son mucho más grasientos, más suaves y no necesitarás aplicar más cantidad como sí lo necesitas con los que son de agua.
Son los más recomendables para ser usados en conjunto con los condones de látex, pero no es conveniente usarlos con juguetes sexuales hechos a base de silicona, ya que crea desgaste en la superficie donde pueden crecer las bacterias.
Suele ser un producto muy pegajoso y difícil de retirar, por lo que es recomendable que utilices mucha agua y jabón para hacerlo cuando hayas finalizado.
Suele ser mucho más duradero que los de agua y silicona, por lo que es ideal para la mujer que, una vez que ha comenzado el placer, no quiere detenerse por nada del mundo.
Hay dos tipos de lubricantes de aceite: los que son hechos con productos naturales, como aceite de coco o de oliva, aguacate o vegetales, y los que son hechos a base de productos sintéticos, como aceites minerales o vaselina.
Los que son hechos a base de productos naturales son comestibles e ideales para los masajes en los genitales y para otros juegos sexuales.
Por otro lado, los que son sintéticos son buenos para la masturbación, pero no para mucho más. También pueden causar irritaciones en la vagina y hasta una infección porque son difíciles de retirar.
Ambos productos pueden provocar que se rompan los condones de látex y también manchar las telas.
Si andas en una onda natural y ecológica, los lubricantes naturales son los ideales para ti. ¡Pero, cuidado! Asegúrate de leer bien la etiqueta de ingredientes, ya que suelen tener otros productos "no naturales".
Algunos productos son presentados veganos y libres de parabenos, lo cual es una ventaja ya que este último puede producir problemas de salud como el cáncer de mama y hasta esterilidad.
Otros productos contienen ingredientes orgánicos que son ideales para preservar el medio ambiente y no representan un riesgo para tu vagina.
Los lubricantes naturales suelen durar menos que lo que duran sus contrapartes y también son más costosos.
A la hora de comprar un lubricante, no sólo se trata del material del cual está hecho, sino que también debes considerar para qué lo vas a utilizar.
Por ejemplo, si sufres de problemas de resequedad vaginal, la mejor opción son los lubricantes de silicona de larga duración. Eso sí, evita los que dan sensación de calor porque se secan más rápido.
Si vas a usar un condón, olvídate de los lubricantes a base de aceite, ya que pueden provocar que se rompa el preservativo de látex.
Si lo que quieres es quedar embarazada, hay lubricantes que son "amigables" con el esperma y otros que más bien pueden reducir la movilidad de los espermatozoides. Revisa muy bien el empaque cuando vayas a comprar el producto y asegúrate de que indique que es ideal para la fertilidad.
Para usar juguetes sexuales, evita los lubricantes de silicona, ya que, como te lo mencionamos antes, este material puede deteriorar el material del cual están hechos. En este caso, lo mejor es usar lubricantes a base de agua.
Tanto para los condones como para los juguetes sexuales, lo ideal es comprar un lubricante que sea bueno para ser mezclado con el látex, la goma o el plástico.
Si eres propensa a los hongos vaginales, evita los lubricantes que contengan glicerina. Este ingrediente puede irritar tu vagina, matar las bacterias buenas y, por ende, potenciar el riesgo de una infección.
Además de todas las precauciones que ya te hemos mencionado cuando te hablamos de los tipos de lubricantes, te recomendamos que evites los productos que contengan ingredientes como parabenos, glicerina, nonoxinol-9, propilenglicol y gluconato de clorhexidina, ya que pueden producir irritación o inflamación en tu vagina.
Si bien no existe una forma "correcta" o "incorrecta" de usar un lubricante, hay una serie de recomendaciones para hacer más placentero el momento cuando debas aplicarlo.
Por ejemplo, si vas a usar uno hecho a base de aceite, lo mejor es que tomes las precauciones si no quieres manchar tus sábanas y coloques algo para protegerlas.
Para aumentar la excitación, usar el lubricante puede ser un compañero ideal. Lo que sí te recomendamos es que antes de aplicarlo lo frotes muy bien en tus manos para calentarlo un poco.
Sé generosa con la cantidad que apliques. Recuerda que la idea es evitar las molestias, así que colocar una cantidad abundante en tu vulva y vagina, así como en el pene o en el juguete sexual es lo más recomendable.
Queremos que disfrutes de tu momento de placer, por lo que debes estar pendiente de que el lubricante no se seque y que apliques más cantidad cuando sea necesario.
Si bien la mayoría de los lubricantes son seguros de usar, algunos podrían provocar efectos secundarios como reacciones alérgicas o irritaciones.
Te recomendamos que estés pendiente de otras reacciones como inflamaciones en la lengua, en la garganta o en la cara, urticaria, comezón, erupciones en la piel y hasta dificultades para respirar. Acude al médico inmediatamente si notas alguna de ellas.
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Un lubricante puede ser un gran aliado a la hora de experimentar un rico momento de placer sexual. No olvides utilizar no sólo el producto adecuado y con el cual te sientas más cómoda, sino que también seas generosa a la hora de aplicar la cantidad indicada. Recuerda que lo más importante es tu bienestar y que no te produzca incomodidades.
Al tratar sobre BDSM lo más probable es que algunas personas se dejen llevar por su mala reputación y sus miles de conceptos
