ENVÍO GRATIS EN PEDIDOS SUPERIORES A $1,000 MXN
enero 15, 2018
Imagina este diálogo:
Él: Tengo que reconocer que mi dulce favorito es el chocolate
Ella: Sí, el chocolate es delicioso… En especial cuando está derretido
Él: Hmmm… ¿Derretido sobre qué?
Ella: ¿Te gustaría averiguarlo?
Para algunas puede sonar cursi, para otras puede sonar como el inicio de una conversación entre dos actores pornos que están a punto de entrar en escena y para un porcentaje muy, pero muy pequeño, puede ser las primeras líneas de la plática que suelen tener con sus parejas justo antes de comenzar a tener relaciones sexuales.
En el último de los casos, sería ideal que el porcentaje fuese aún mayor. Que las parejas que hablan abiertamente sobre sus gustos y preferencias sexuales fuese mucho más amplio. Sin embargo, la realidad es muy distinta, a pesar de que estamos en el siglo XXI.
Las relaciones hoy en día son mucho más complicadas que hace cincuenta años. ¿Por qué es eso? En muchas partes del mundo aún vivimos en sociedades tradicionales donde las relaciones están claramente codificadas, hay reglas claras, hay roles y hay obligaciones. Hay una estructura ajustada de la que no se puede salir, pero que te dice claramente quién eres, a dónde perteneces, dónde te arriesgaste y qué se espera de ti. Lo peor es que no tienes derecho a hacer preguntas sobre lo que quiere y mucho menos a exigir sexo.
Por fortuna, no todo se tiene por qué mantener de la misma manera. Los tiempos están cambiando y vivimos en una época donde tenemos la capacidad de alzar nuestra voz y ser escuchadas. Podemos exigir, tener palabra y hasta manifestar los deseos sexuales a tu pareja.
Hoy en día podemos mantener una relación de pareja plena, donde abunda el amor, pero el placer sexual está ausente o el que hay es absolutamente aburrido. Existen millones de situaciones como ésta en todo el mundo. Si es tu caso, no te asustes, el asunto tiene solución y se resume en una sola palabra: comunicación.
La comunicación sobre los asuntos sexuales es uno de los retos más grandes dentro de una relación de pareja. No sabemos cómo comunicar nuestras necesidades sobre el sexo porque desde pequeñas nos han enseñado que el asunto es un tema tabú o está prohibido discutirlo y que más bien nos debemos sentir avergonzadas de hablar sobre ello, por lo que nunca nos damos a la tarea de desarrollar las habilidades para expresarnos, decir lo que queremos, cómo lo queremos y cuándo.
Lo peor de lo anterior es que podemos caer en el error de creer o pretender que una de las partes se siente plenamente satisfechas dentro de la relación sexual, fingir que todo está bien, cuando la verdad es que los verdaderos deseos sexuales nunca fueron cumplidos.
Partamos del principio de que nadie es adivino y que lo más importante es poder comunicarse. Hay que saber explicar de forma explícita qué nos gusta y qué no. El mejor momento para hacerlo es justo después del coito, cuando pareciera que puede haber más conexión entre ambas partes y podrían hablar sobre lo que quisieran experimentar en la siguiente oportunidad que tengan.
Lo importante es no asumir o creer que se sabe de antemano lo que quiere la pareja. Por lo general, el hombre descubre desde muy joven lo que le va gustando y lo que no, y busca conseguirlo en cada una de sus relaciones sexuales. Lo mismo sucede con las mujeres, aunque nosotras más bien tendemos a participar de forma mecánica en el acto sexual, pretendiendo que nos gusta lo que nos está haciendo nuestra pareja. Lo peor es que el hombre cree que lo está haciendo bien y que estamos disfrutando, cuando la realidad, insistimos, es que hay que comunicarse.
Es importante que las parejas se entiendan y una de las mejores maneras de hacerlo (si no la mejor) y de manifestar los deseos sexuales es haciendo preguntas. Dejar a un lado los sentimientos de vergüenza y atreverse a manifestar esas interrogantes que nos ayudarán a descubrir mejor no sólo qué quiere nuestro chico, sino también a conocernos mejor desde el punto de vista sexual.
Preguntas como:
¡Hey, pero no te equivoques! La tarea de hacer las preguntas no es sólo tuya. También debes llevar la conversación para que puedas manifestar lo que te gusta, con lo que te sientes cómoda, con lo que te da placer y lo que más disfrutas o no.
Va a parecer que caemos en lo reiterativo, pero todo acá es un asunto de comunicación. La pareja debe estar abierta a poder expresar lo que necesita.
Es importante que tanto tú como tu pareja estén abiertos y dispuestos a expresar qué les incomoda y qué les da placer, de manera abierta y franca, haciendo a un lado las cosas que podría decirse que producen vergüenza. Si existe el amor, se trata de ser honestos para preguntar y responder.
Es por eso que también es fundamental conocerse muy bien y saber qué nos gusta y qué no. Explorar tu cuerpo, tocarte, sentir dónde está el mayor placer. Una vez que tienes clara esa parte, planifica la conversación. No se trata de perder la espontaneidad, sino de incrementar la posibilidad de tener encuentros donde ambos puedan hablar de esos temas que ya no son tabús y que tratarlos es importante para mantener viva la relación.
Otro factor fundamental es estar abiertos a conocerse. A entender que cada uno tiene sus necesidades y que hay que comprenderlas. Es importante tener eso en cuenta a la hora de iniciar la conversación. No se trata de juzgar por lo que nos vayan a decir, sino más bien crear una nueva dinámica de conocimiento donde podamos verlo como una oportunidad de tener una relación más íntima y placentera.
¿El momento para conversar? Puede ser cualquiera en el que ambos estén solos (obviamente). Lo mejor es una cena en casa o en un restaurante, un paseo por la ciudad o por el parque y hasta un viaje en carretera que les de horas y horas de camino por delante para que puedan hablar del tema abiertamente y en confianza. No es recomendable usar la cama, el baño o la ducha para tal fin. El momento se podría malinterpretar y más bien servir para que uno de los dos (por lo general el hombre) busque tener intimidad y la conversación que era tan importante quedar relegada a un segundo plano o quizás no darse en mucho tiempo.
Una vez iniciada la conversación, recuerda que debes manifestar tus deseos y saber escuchar los de él. Piensa en las cosas en las cuales coinciden y hazlas saber, pero también piensa en aquellas en las cuales crees que no están funcionando y manifiéstate. Habla de aquello que te hace sentir bien no sólo desde el punto de vista sexual, sino también desde el punto de vista romántico. Lo que buscamos es evitar que la relación pueda caer en el estancamiento.
Como sabemos que iniciar esta reunión/conversación no es tarea fácil para muchas, ya que pueden privar los nervios o el miedo, te daremos unos pequeños consejos antes de comenzar.
Nunca inicies la conversación con un “Tú nunca…” o “Tú siempre”. Prueba más bien empezar desde lo positivo. Por ejemplo: “¿Sabes qué sería divertido probar?”. Tampoco compares la situación actual con relaciones anteriores. ¡Eso puede ser fatal!
Hagan el compromiso de respetar las opiniones y creencias de cada quien, pero también está preparada para que tu chico pueda estar a la defensiva y en negación de todo lo que plantees. Otro asunto para el cual debes estar alerta y lista para dar respuesta es el caso que te proponga algo con lo cual no estás de acuerdo.
Una de los mejores caminos para llevar adelante una conversación de este tipo es comenzar hablando de temas sexuales “ligeros” (Por ejemplo, ¿qué parte del cuerpo te gusta que te toquen más?) hasta que la conversación haya llegado a un punto lo suficientemente profundo como para ir abriéndose a hablar de temas que podrían considerarse más “fuertes” (¿Qué es algo que te gustaría hacer o que te hicieran pero que nunca lo has probado? O ¿te gusta atar o que te aten a la cama?).
La comunicación es importante, sí, pero también lo es la imaginación, por lo que compartir o manifestar los deseos sexuales a tu pareja puede ser algo lleno de mucha intimidad y excitación. Ahora bien, deben existir los límites. Si bien las fantasías eróticas pueden ser algo que genere mucho placer, no necesariamente significa que se van a llevar a cabo, más aún si éstas implican la posibilidad de que alguna de las dos partes se haga daño.
Disfruta plenamente de tu sexualidad. Libérate de prejuicios y tabús pasados de moda. Habla con tu pareja sobre lo que quiere cada quien y terminarás fortaleciendo la relación. Recuerda que todo es un tema de saber comunicarse. Ya nos contarás cómo te fue en esta excitante aventura.
marzo 08, 2024
marzo 06, 2024
Descubre cómo la tecnología ha revolucionado nuestra intimidad en el mundo digital. Desde aplicaciones de citas hasta juguetes sexuales conectados,
diciembre 15, 2021
Al tratar sobre BDSM lo más probable es que algunas personas se dejen llevar por su mala reputación y sus miles de conceptos
.
Compra con tranquilidad:
✓ Garantía de producto
✓ Pago seguro SSL
✓ Envío gratis desde $1,000 mxn
✓ Entrega al siguiente día hábil
.
.
¡Suscríbete hoy y deja que la magia se desarrolle! 🌟👇
.
Coolorange SA de CV | Av. Paseo de la Reforma 300, Juárez, Cuauhtémoc, 06600, Ciudad de México, CDMX | +52 (55) 4000 5605 | contacto@femmes.mx
© 2025 Femmes.mx.